‘Pioneras de la fisioterapia en Cantabria’ reunió a tres mujeres pioneras en su tiempo y en su profesión

Frances Stafford Alexander, Asunción Zabaleta Jáuregui y Carmen de Gracia Miró, testigos de la creación de las primeras unidades de fisioterapia en Cantabria y España, protagonizaron ayer “Pioneras de la fisioterapia en Cantabria. La evolución de la profesión”, la mesa redonda que organizó el Colegio como reconocimiento a su trayectoria, y que fue moderada por la secretaria del Colegio, Andrea González.

Durante la jornada celebrada en el Centro Cívico Tabacalera de Santander Frances, Asunción y Carmen compartieron su experiencia con todos los presentes, entre los que se encontraban Gema Igual, alcaldesa de Santander, Noemí Méndez, Concejala de Juventud, Educación y Salud del Ayto de Santander y Álvaro Ramos, Subdirector de Enfermería de la Gerencia de Atención Primaria.

Frances, que estudió fisioterapia en Londres y trabajó en hospitales ingleses antes de llegar a España en 1965, contó lo difícil que le resultó convalidar sus títulos en nuestro país, ya que era necesario estudiar primero enfermería. Tras la aprobación de los primeros titulados del que era el nuevo plan de estudios de fisioterapia tuvo que estudiar toda la carrera de nuevo hasta obtener el título, por la Universidad de Valencia, en 1988.

Jubilada desde el año 2008, Frances continúa vinculada a la profesión y aseguró que ”sigo como voluntaria haciendo consultas y algún estudio. Por ejemplo, me publicaron uno sobre pies planos en personas con Síndrome de Down”.

Asunción narró sus inicios en la profesión, tras titularse en fisioterapia en 1978 en Valladolid, y cómo llegó a ser una de las creadoras del actual servicio de fisioterapia del Hospital de Valdecilla y cómo, en 1985, también fue propuesta para crear en el ambulatorio de especialidades de Torrelavega, donde trabajaba, una unidad de fisioterapia, unidad pionera en trasladarse al Hospital de Sierrallana en su apertura. 

Carmen llegó a Cantabria ”con mucha ilusión, energía y con la preparación pertinente de la época (ATS). Es decir, mi preparación era la del uso del momento, y pasa a su vez por trayectorias laborales y académicas a la par”. En 1981 obtuvo la titulación de Diplomado en Fisioterapia e inició su actividad profesional como fisioterapeuta en 1982. En 1984 se incorporó a la delegación en Cantabria de la Asociación Española de Fisioterapeutas, a la que atribuyó “la promoción de los cambios en la profesión».

Concluyó su intervención resaltando que “esta es una profesión en la que se convive con el dolor humano y se aplica el mejor saber hacer sumando instinto, evidencia académica,  realidad terapéutica y /e integración total”.

Una jornada que sirvió para homenajear, no solo a estas tres mujeres, si no a todas las mujeres que fueron pioneras de la profesión en nuestra comunidad y en España.

 

Comparte

Twitter
Facebook
WhatsApp
LinkedIn
Scroll al inicio